OBA festival celebró el pasado viernes 7 y sábado 8 de agosto su primera edición. A pesar de la lluvia más de 8.000 personas pasaron por el fantástico recinto a las afueras de Arriondas, donde se congregaron público de toda España.
No cabe duda que hoy por hoy la apuesta por este tipo de eventos se esta afianzando como un seguro para atraer turistas y como efecto dinamizador de zonas, como atestigua el artículo aparecido en el periódico 5 Días bajo el título: “ Llene su pueblo con un festival”
Muchos son los ejemplos que se pueden dar y atestiguan lo que afirmamos un poco más arriba. Tres son los operadores básicos que miden el impacto económico de un evento cultural.
1. El efecto directo, se refiere a la suma que la organización del evento gasta o invierte en una zona determinada del territorio.
OBA festival ha hecho una clara apuesta por la zona con la contratación de hoteles y servicios, una primera piedra que en ocasiones venideras se verá refrendada
2. Los efectos vinculados, habla del gasto que los visitantes del evento realizan en le área de influencia.
Muchas han sido las peticiones que a la organización de OBA festival han llegado por el público atraído por el festival para pernoctar, donde comer o donde hacer compras. En un futuro y con los necesarios apoyos de instituciones esto se verá refrendado, la dirección del encuentro tratará que el público atraído por el festival pase cada vez más tiempo en la zona con actividades que hagan este deseo una realidad
3. Los efectos inducidos, cuantifican la repercusión en el global de la economía local, la inyección de capital que el evento ha originado.
Algunos ejemplos que nos pueden resultar aclaratorios sobre lo que puede suceder en territorios que se vuelcan con un evento como este:
– En Bilbao la repercusión del BBKLive es de 20 millones de Euros
– En Villarobledo (Albacete) el Viña Rock deja 18 millones de Euros
– En Benicassim (Castellón) son 20 millones los que deja el FIB
– En Benidorm son 13 millones los que deja el Low Festival
– En Murcia más de 20 millones el SOS 4.8
– En Barcelona la apuesta es múltiple ya que el Primavera Sound deja 95 millones y el Sónar 38,5.
Estos números puede parecer solo cifras pero en realidad son puestos de trabajo y economía real que se mueve entorno a eventos de estas características.
A todo ello debemos de sumar los valores intangibles que genera en las personas que acuden al recinto. Público que se hace precursor de una marca, una ciudad, una zona o una región. Si alguien duda no tiene más que pensar lo que ha significado un evento como el FIB para un pueblo como Benicassim o como una región como la Comunidad Valenciana donde ha sido una fuente de riqueza y empleo, además de dar a conocer la cultura de una zona. Seguramente habrá quien piense que una zona como Asturias, no cuenta con el atractivo que puede tener el sur de España , sol y playa, si bien tiene otros que toca poner en valor: el entorno natural, el paisaje, las playas, la cultura, la gastronomía de una zona que mal haría en no apoyar apuestas que a futuro se tornan seguras.