Entrar así en septiembre da gusto. Lo de la noche del sábado pasado en el Jardín Botánico fue mágico. El perfecto cielo estrellado y la preciosa localización abarrotada de público expectante, que firmo el sold out, dieron la bienvenida a Manuel García y DePedro, que sobra decir, hicieron todo lo demás para hacer de aquellas dos horas pasadas, uno de los mejores momentos del verano.
Comenzó puntual DePedro saludando al público e introduciendo a su amigo y artista invitado, el chileno Manuel García, que salió acto seguido, guitarra en mano, regalando unas bonitas palabras al público sobre nuestra lengua compartida y el origen de la guitarra española que le acompañaba. Pero el verdadero regalo fueron los seis temas con los que encandiló a todo el público y enamoró a aquellos que aún no le conocían.
Media hora después salía de nuevo DePedro al escenario, risueño y socarrón, donde se quedó durante dos largas horas para ofrecer un amplio repertorio que el público coreó de comienzo a fin y que respondió en su mayoría a peticiones que llegaban desde las filas de sillas. Entre bromas DePedro se dedicó a jugar en el escenario, donde se le veía visiblemente cómodo y a donde volvió a invitar a Manuel García, que se coronó improvisando versos sobre su estancia en Asturias.
En definitiva, dos horas y media llenas de las mejores sensaciones y que si por el público fuera, podrían haber sido el doble de tiempo. Gracias por este sold out a todos los que asististeis, y gracias a Manuel García y DePedro por hacernos vibrar.
[Fotos: José Martín]